sábado, 22 de mayo de 2010

Sábado 22, Pico de Alba

Sábado, 9:30 de la mañana en La Vesurta.. no se lo que voy a hacer, pero tengo intención de llegar al Pico de Alba, pero para empezar, no se ni dónde coño está. Solo sé que está a la derecha de Maladetas y a la izquierda del Pico de Paterna... yo creo que lo encontraré, no obstante llevo un mapa de la zona.

Comienzo a subir dirección al refugio de La Renclusa, y dejo atrás el parking repleto de coches. Para subir a Aneto y Maladetas había colas de gente.

Llegando a La Renclusa, adivino, cúal es mi destino. Al fondo El Pico de Alba o Tuca de Alba

No voy solo, antes de llegar a La Renclusa conozco a Sergio, un chaval de Madrid que también va solo y me pregunta si yo se cúal es el Pico de Alba... jejejeje "yo también voy, y voy solo, si quieres vamos juntos" le dije; esto es una de las cosas buenas que tiene la montaña, haces amigos en un segundo.

A lo lejos podéis ver nuestro objetivo. Parecía que estaba cerca pero desde aquí tardamos al menos tres horas más. Esto sería más o menos el mitad de camino.



Este es Sergio. Aquí tuvimos que dejar los esquis y seguir a patita

Los picos que rodéan a nuestro objetivo son espectaculares
El último trozo para domingueros como yo, se complica un poquito, pero las ganas de llegar a la cima nos pueden.

Si no mirabas para atrás no pasaba nada. El problema era cuando pensabas que por ahí, había que bajar luego... ¡¡joder!!

Satisfacción total, y vistas impresionantes a 3.118 metros después de 6 horas. La cima era una mierda de arista, pendiente por un lado de la leche, y pendiente de la ostia por el otro. Eso si, unas piedras donde poner el culo para echar un bocata y para abajo.

Y ahora venía lo mejor... bajar por dónde ya para subir me había acojonado un güevo. Mirar para abajo y pensar que te podías ir asustaba más de lo que debía. La nieve estaba muy sopazas y una caída habría sido un buen revolcón, aunque que te quedabas clavado en el momento, pero mirar estas fotos y pensar como llevaba yo el ojete... gracias a Sergio que me dejó su piolet, si no yo creo que me habría bloqueado.

Este es Sergio, con dos huevos sin piolet y sin ningún miedo. Al final de las huellas nuestros esquís. Hay empezaba lo bueno, 1 hora de descenso esquiando. Por supuesto con paradas.

La bajada... no estuvo nada mal

Aunque en algunas zonas la nieve estaban demasiado transformadas... estas coladas (pequeños aludes) las provocamos nosotros. Gracias que no había nadie por debajo. Impresiona ver como se te va para abajo la nieve bajo tus esquís.

Última mirada para arriba

Y de vuelta al refugio... nos esperaba un plato de huevos fritos con jamón, tan ricos como la cima.
¡¡¡ QUÉ GRAN DÍA !!!
Y sobre todo gracias a Sergio por dejarme su piolet.

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